
Susana es una mujer joven, guapa, exitosa en su trabajo y con una disposición tierna y noble. Siempre ha querido encontrar una pareja y formar una familia pero, por algún extraño motivo, todas sus relaciones terminan después de poco tiempo y casi siempre por decisión de ella. Probablemente tú conoces una historia similar a esta. ¿Qué podría estar impidiéndole a Susana, y a tantos otros que desean lo mismo, establecerse en una relación sana y duradera? ¿Será mala suerte?
Elisabeth Lukas, precursora de la escuela de Logoterapia y alumna de Victor Frankl, en su libro El Sentido del Momento, explica que hay varias razones por las que los seres humanos podemos bloquear nuestras propias metas y sueños e impedir nuestra realización personal, aún cuando estos pudieran ser fácilmente asequibles en nuestras circunstancias. Particularmente, describe estas 5 trampas en la que podemos caer:
TRAMPA #1 CULPAR
“Mi papá era muy dominante”, “mi marido me engañó”… Todos tenemos o hemos tenido personas o experiencias que nos hayan dejado una huella dolorosa en el corazón. Es necesario reconocer que culparlos por nuestra situación presente nos evita, no sólo dejarlos ir, sino también aprender la lección que esa experiencia puede dejarnos para el futuro.
Sólo tomando responsabilidad por la propia vida, lograremos salir de esta trampa y avanzar hacia lo que si queremos. Sin importar el pasado, siempre tendremos la opción de cambiar el rumbo que hasta hoy hemos seguido. Víctor Frankl, en su libro Psicoanálisis y Existencialismo dice sobre esto: “La conciencia y la responsabilidad constituyen precisamente los dos hechos fundamentales de la existencia humana.”
TRAMPA #2 “VOLTEAR LA TORTILLA”
Este fenómeno sucede cuando alguien se cansa de vivir en una situación indeseable y decide pasar de prisionero a verdugo. Elisabeth Lukas explica que “dan vuelta a la tortilla, pero la tortilla es la misma”.
Parece justificado y para algunos hasta aplaudible, que una persona que es víctima de violencia, por ejemplo, se defienda y de al otro una prueba de su propio chocolate. Sin embargo, en el fondo sigue estando controlada por las acciones de otros y no conseguirá vivir autenticamente hasta que decida actuar desde su propio fuero interno, independientemente de cómo actúen los demás. Esa es la que tiene guardada para nosotros la verdadera realización.
TRAMPA #3 EL “CINE DEL CEREBRO”
Los pensamientos, ideas y fantasías que rondan en nuestra mente día y noche sin descanso, influyen de manera importante en nuestras acciones. Tal como cuando vamos al cine y lloramos o nos asustamos con la trama de la película, así hacemos con nuestras propio cine interior. Lo malo es que en el primer caso, al terminar la película nos vamos a casa, mientras que al cine interno le damos el contundente peso de la realidad, provocando que vivamos en dramas inútiles e imaginarios. Como directores de nuestra película, hay que saber cuándo gritar ¡corte!
Acerca de esto, Elisabeth Lukas comenta: “Cada idea que se presenta al Yo dice: “¿Me tomas en serio, me aceptas, me llevas contigo?” En ese preciso instante es cuando hay que separar el grano de la paja, y pobre de aquel que deja pasar ese momento.”
TRAMPA #4 BUSCAR APROBACIÓN
La autora lo dice muy elegantemente: “doblegarse al afán de observaciones positivas”. La palabra clave en este caso es “doblegarse“, porque una cosa es recibir una opinión para evaluarla y otra es cargar con el peso de todo lo que otros traigan en la cabeza o en el corazón.
Es comprensible querer que los demás aprueben de nosotros, la pertenencia a un grupo es una necesidad natural del ser humano. Sin embargo, hacer de eso nuestro único objetivo, nulifica nuestra vida, nos hace manipulables y nos impide cumplir con muestra misión de vida por estar satisfaciendo las misiones de los demás. Vale la pena el reto de buscar la propia aprobación.
TRAMPA #5 VIVIR A MEDIAS
Esta debe ser la trampa de nuestro tiempo porque una de sus causas es la enorme cantidad de estímulos que inundan nuestros sentidos y que nos distraen de lo esencial. Escuchar sin ver el teléfono parece ya ser algo de pasado. La segunda causa de vivir a medias es mantener la atención ya sea en el pasado o en el futuro, de manera que al ir manejando, un parte de nosotros está detrás del volante y otra parte está en 1978.
¿Qué hacer? Volver al presente, vivir con la consciencia de cada momento, cerrar ciclos y entender que viviendo a medias, nos restamos muchos años de vida llenos de posibilidades. La realización personal solamente es posible en el tiempo presente.
Susana ha hecho varios cambios importantes en su vida. Asesorada con la Logoterapia, tomó la decisión de no tener una pareja por seis meses. Eso le permitió relajarse y, al asistir a eventos sociales, no le costaba hacer amistades. Trabajamos con sus fantasías catastróficas acerca del matrimonio y logró entender mejor a sus padres y establecer una mejor relación con ellos. Poco tiempo después, me presentó a su pareja actual y hoy, tiene una relación estable de varios meses con él.
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